Regalando Perfumes

Recuerdo gratamente la primera vez que fui la afortunada receptora de un maravilloso olor a algo, tenía tan solo 7 años de edad cuando una compañera de la escuela me mostraba sus nuevos borradores de goma de colores y que además olían a dulce y almendras. Ese fabuloso día, curiosamente ella saco de su bolsita llena de sorpresas un Chapstick de cereza que me obsequio con una gran sonrisa, diciéndome: - "Esto es para ti porque eres mi mejor amiga"

Nunca lo olvidaré.

Ella no lo supo en ese entonces, pero en aquel momento nació una adicta a los perfumes, fue sumamente grato untar mis labios con aquella crema suave de tan delicado aroma y sabor que actualmente (en honor a ese recuerdo) no puedo evitar regalarme uno de vez en cuando, claro que con el tiempo mi colección de perfumes creció y ahora es muy variada.

Entender sobre perfumes no es nada fácil, pero disfrutarlos sí que lo es. Cada vez que uso uno es como sumergirme en una magia que puede transformar no solo mi estado de ánimo en un instante, sino mi actitud y energía.

Me gustan tanto los perfumes que pienso que obsequiar una buena fragancia puede ser un maravillosa idea, pero esperen… no corran a comprar uno al instante… respiren y dense un minuto más para terminar de leer esta nota y tomar en cuenta algunos detalle importantes.

Si va a regalar un perfume...

• Defina un presupuesto. Es preferible una presentación pequeña o ligera que no se salga de nuestro plan de costo, a una grande de mala calidad que nuestro receptor nunca usará.

• Elija una presentación. No solo se fije en el envase que los hay hermosos. Observe también la textura, por ejemplo los hay suaves o ligeros como el Eau de Toilette o Agua de baño, que pueden aplicarse generosamente salpicando todo nuestro cuerpo, esta es una opción naturalmente deliciosa para el uso diario y que a diferencia de una esencia, aceite, colonia, crema, talco, loción o perfume sólido que regularmente son más concentrados, resulta más económica aunque no por ello menos agradable.

• Tome en cuenta los aromas. Las mujeres generalmente prefieren los florales, afrutados ligeros, ambarinos o de luz, que se usan con frecuencia para el día, los olores más fuertes estarán en su mejor momento para salidas nocturnas. Los hombre prefieren mezclas de aromas frutales ácidos o tropicales, amaderados, con acentos de especias, sensuales y atractivos, sin embargo, en esto no hay una regla fija.

• Piense en el obsequiado. Al final de cuentas él es quien va a usar el perfume,  piense en lo que más le convenga y con cual podría sentirse en mayor armonía, hay fragancias relajantes, mientras que otras nos hacen sentir con nueva energía o provocan pasión, hambre e incluso deseos de conversar. 

Sugerencia, si tiene muchas dudas, o ni idea de cual elegir, antes de comprar una fragancia para regalar déjese asesorar por el experto de la perfumería de su preferencia.