Como estamos muy
próximos a la primavera se me antoja hablar de flores. Las flores inundan de
color y alegría cualquier espacio, visten de gala todos los rincones, eventos y
reuniones, ya sea en floreros, cuadros, o adornos especiales, o simplemente
como un detalle en una tarjeta alusiva, corsage, o en la envoltura de un
regalito siempre provocará una amplia y bella sonrisa.
Entonces, usemos flores para decir... te quiero!
Las naturales y
frescas son muy lucidoras y además nos ofrecen un delicado aroma, aunque
sabemos que son efímeras y que su encanto pasará, también podríamos usar flores
secas, actualmente es posible conseguirlas en las tiendas de materiales para
manualidades y decoración, aunque son un poquito costosas, otra alternativa podría ser, con un poco de
paciencia, secarlas nosotras mismas.
Hay distintos métodos para secar flores, el
más común quizás es el de la
prensa, consiste en poner las flores entre papel absorbente que podría
ser periódico, y éste a su vez, se mete entre dos libros pesados si es que no se cuenta con una
prensa exprofesa, en mi caso utilizo los directorios amarillos y me funciona
muy bien, se deben colocar las flores de modo que
no se toquen y dejarlas en un sitio seco durante al menos 3 o 4 semanas.
Pero
existe otra alternativa, se trata de unas florecillas maravillosas,
generalmente muy económicas, que pueden conseguirse en el mercado de flores y
tienen la cualidad de que nunca se marchitan, por algo se llaman "Siemprevivas"
Las "siemprevivas" son
plantas perennes que pueden ser de diferentes tipos ya que existen más de 100 especies, corresponden a la familia de las limoniums, y se consiguen casi en cualquier
lugar del mundo pues es una flor cosmopolita, muy apreciada por sus vivos
colores, a veces combinados en una sola planta y por no requerir de agua para
mantenerse hermosa. Es todo un regalo de la naturaleza. Saquémosle provecho en nuestras creatividades.
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